domingo, 16 de noviembre de 2008

Un buen comienzo

Hace una semana que he decidido reencontrarme con mi antigua profesión de escaparatista-estilista. Parece que las tiendas y catálogos de Granada no quieren vender emociones, crear ilusiones y hacer sentir a sus clientes que forman parte de sus establecimientos. Es como si nadie quisiera seducir ni ser seducido.
Espero que se animen a hacer de sus escaparates una ventana abierta al deseo.

1 comentario:

Samuel Prieto dijo...

La idea es muy seductora. Persevera... que el Universo conspira para hacer realidad los sueños de los valientes.

Pero disiento respecto a que nadie quiere seducir ni ser seducido.

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