Hace una semana que he decidido reencontrarme con mi antigua profesión de escaparatista-estilista. Parece que las tiendas y catálogos de Granada no quieren vender emociones, crear ilusiones y hacer sentir a sus clientes que forman parte de sus establecimientos. Es como si nadie quisiera seducir ni ser seducido. Espero que se animen a hacer de sus escaparates una ventana abierta al deseo.
San Fabrizzio
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Mandrágora fue nuestra tienda durante varios años, y durante muchos años
antes, unos 20, ya era una tienda de ropa, nosotros al tomar el mando la
modern...
1 comentario:
La idea es muy seductora. Persevera... que el Universo conspira para hacer realidad los sueños de los valientes.
Pero disiento respecto a que nadie quiere seducir ni ser seducido.
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