miércoles, 27 de enero de 2010

Últimas plazas!!


Aun estás a tiempo de apuntarte al taller práctico de imagen personal que se celebrarán los días 27 y 28 de Enero en la Cámara de comercio. Aun puedes inscribirte pinchando aquí.

Las obsesiones


Los test de Rorscharch con sus manchas inquietantes que nos hacen bucear por nuestros pensamientos más profundos siempre me han parecido oscuras y excitantes a la vez. Nuestro lado oscuro, nuestras obsesiones y deseos más ocultos nos juegan a veces malas pasadas o descubren una parte de nosotros que no conocíamos.
Quien no se ha dejado seducir por una de estas manchas y ver cosas en ellas que otros ni siquiera imaginan. TM Creative acaba de diseñar una campaña basada en estas manchas y nos invita a descubrir cual es nuestra obsesión.


¿Mi obsesión? Tengo pánico a perderme con el coche y a dejar que se me note mi espíritu ingenuo.

lunes, 18 de enero de 2010

Curso práctico de redes sociales


por fin el curso que todos estábais esperando!!! nada de charlitas superficiales sobre el tema. Un curso delante de un ordenador para crear un blog, un perfil de facebook o de twitter y saber enfrentarnbos a una auténtica estrategia de comunicación.
30h prácticas para podernos enfrentar a la revolución que está suponiendo la adopción de los social media en las organizaciones empresariales. El precio: 150€
Más info en la Cámara de Comercio de Granada.

lunes, 11 de enero de 2010

Morir de éxito


Yo nunca soy especialmente incisiva, la verdad. De hecho, mi querido hermano Gus siempre me dice que mi gran problema en la vida es que soy excesivamente diplomática. Los últimos acontecimientos en mi vida familiar han cortocircuitado mis neuronas y algo ha cambiado. De repente me han entrado unas ganas terribles de decirle muchas cosas a mucha gente. Como soy de naturaleza teletubbie, el 99,9 % de las cosas son positivas y de mucho amor, pero tengo una espinita clavada, que aunque no me afecta a mí directamente, me jode un montón.

Os voy a resumir la hitoria. Este verano concí a un jovencito malagueño, que depués revelaremos su identidad, que me pareció una auténtica joyita en bruto. Inteligente, currante, colaborador, despierto y terriblemente interesante. Se dedicaba a escribir un blog de marketing y estaba muy metido en temas de socialmedia. De verdad que me quedé deslumbrada y mi querida amiga Paloma (lima-limon) y yo comentábamos lo felices que estábamos de ver que la filosofía 2.0 salía a la calle de verdad. Colaborar y compartir, esa es la cuestión.

Pues bien, el jovencito en cuestión fue fichado por una empresa importante en el mundillo del márketing, que no voy a citar para no darle más repercusión de la que se merece, por su valía en los social media. Nos alegramos con esa alegría que sale del corazón. No nos importaba que estuviera en la competencia, porque de hecho, algunos de mis grandes amigos también son mi competencia y al final siempre nos convertimos en colaboradores. Nada más comenzar su actividad laboral todo cambió. Yo creo que se ha dejado deslumbrar por la titulitis esa que nos deslumbra cuando somos demasiado jóvenes y nos dan un puestazo y tenemos que ir envarados en un traje gris físico y mental. El caso es que ahora ni genera contenidos propios, ni sigue a quien se supone que es famosillo en el mundillo de la blogosfera y el mundo twitter, ni difunde cosas de interés generada por los que nos creíamos sus amigos, como el macetero de empresas de Lima-limon, y otras tantas barrabasadas más que me parecen más un problema hormonal que laboral.
Querido Javier Cerezo, tu blog es un recopilatorio de contenidos escritos por otros, no vale gran cosa. Saca de ahí dentro todo el talento que llevas y no te conviertas en un hombre gris más, que de esos hay muchos y algunos hasta buenos. Recuerda que todo es cíclico y que al final lo importante son sólo las personas.
Pues ya está, ya me he mojado. No ha sido tan difícil.

viernes, 1 de enero de 2010

Los años muestran nuestra verdadera esencia


Hace mucho tiempo que no pasaba tanto tiempo seguido en mi Salamanca natal. Ya me estaba a costumbrando a vivir cada cierto tiempo en una ciudad distinta y eso supone no tener apenas pasado, ni gente cerca que te lo recuerde. Ahora cojo todos los días el bus urbano y raro es el día que no me encuentro con alguna cara conocida de mi infancia. Señoras que iban al cole a recoger a mis compañeros, la guapa del Insti, la empollona, amigos varios... hasta el que me quitaba el bocadillo en el recreo. Estar aquí siempre supone recordar mi vida, mis experiencias pasadas y un montón de sensaciones que me hacen volver a colocar las piedras de mi mochila.

Hoy he observado algo curioso. Se ha montado en el bus un chico (no me acuerdo ya de su nombre) que era amigo de mi primer amor. De él recuerdo que tocaba el saxo y tenía cierto aire melancólico, como si la mochila de su vida le vieniera pesada. No sé porqué, pero no me ha reconocido... debo estar algo cambiada, 18 años desde la última vez que cruzamos palabras no pasan sin mas. Me ha llamado mucho la atención que esos pequeños gestos y tics, que a veces nos pasaban desapercibidos cuando era un adolescente, ahora se le notan mucho más y es como si se descubrieran su verdadera personalidad. Me ha dado por pensar durante el trayecto, que cumplir años es despojarse de las cosas superfluas. Envejecer es hacer lo que te apetece y mostrar sin pudor tu verdadera esencia. Los gestos con la boca o los ojos son la verdadera peculiaridad, pero cuando somos demasiado jóvenes no tenemos el valor suficiente para mostrarlos tal y como son.

Por lo tanto, con el nuevo año recién estrenado, me doy cuenta de que envejecer no es más que liberarnos de las tonterías que nosotros mismos nos imponemos sin saber muy bien porqué. Hoy he sentido, por primera vez en mi vida, que celebrar el año que entra es festejar un lastre menos en la mochila de la vida. Hoy tengo muy claro cual es mi propósito para este año: seguir viviendo como me da la gana.