
El sol y el calorcito ya han llegado... y también las
tentaciones de toda índole...
Los clones de los
modelitos más buscados ya están en todas las cadenas Low cost, y las cifras del paro suben, los clientes pagan a tres meses, la cuenta está tiritando y cada vez que veo el
clon casi perfecto del vestido con escote de corazón de
Luella, me dan sudores fríos...
Con las tasa del paro como está y el
panorama tan desalentador en materia económica, hasta
me siento culpable cada vez que una tentación se planta delante de mi... pero las tentaciones están hechas para caer en ellas!!! Sólo que ahora el deseo es mayor, totalmente proporcional al estado famélico de mi cuenta corriente. Yo no sé como todas esas
bloggeras de moda, en plan rollo
Street Style tienen tanta pasta para comprarse modelitos a ese ritmo, de verdad.
Tengo ganas de
abandonarme a la tentación pecaminosa del
shopping salvaje, pero como ahora es algo casi prohibido literal y éticamente, cada vez que veo esos zapatos de
Chie Mihara haciéndome ojitos, me siento como una cortesana a punto de abandonarme en los brazos de mi próximo amante prohibido... una mezcla de pasión, culpabilidad y delirio placentero extremo...
Comi dice la canción de
Cristina Rosenvinge...
"acabarás por morder la manzana, si no de qué tengo yo esta mala fama"