
Cada pareja de novios es diferente y su boda es única y especial, pero quizá esta es la más romántica que he podido organizar.
Todos los tópicos fueron reinventados para que fuese especialmente dulce.
Los invitados guapísimos, los niños se los pasaron pipa, el menú (de
Abades) supercuidado, la recena espectacular y no pararon de bailar hasta las tantas..
La tarde llena de sorpresas.. una tarta de cumpleaños para la mamá de la novia, una apertura de baile increíble, y como colofón, fuegos artificiales entre los olivos.
Se celebró en el
Cortijo El Madroño, cerca de Martos.
Si quereis ver más fotos, podeis encontrarlas en
facebook.