Parece que por fin estamos perdiendo el miedo a llevar cosas en la cabeza. Esa parte del cuerpo que está pensada para llevar tiaras, coronas, nubes, pájaros y que utilizamos para soñar, desear y mil cosas más, parece siempre la que menos cuidados se lleva, salvo el peinado.
No sé por qué siempre nos ha dado vergüenza a llevar gorritos, boinas, diademas, horquillas bonitas y tocados, que siempre reservamos para ocasiones especiales o ceremonias.
Úlltimamente veo que hay montones de artesanas que están rescatando y rediseñando tocados y complementos para el pelo. Yo nunca me he visto más favorecida que cuando llevo una flor junto a la cara. Tengo la sensación que pronto vamos a entrar en la era del reinado de este complemento tan hiperfemenino y tan chic. Este invierno me apetece ponérmelos con vaqueros y botas... ¿Porqué no?
Lourdes, la cantante de Russian Red los lleva muy amenudo y está tan guapa, que me apetecería decírselo.
También he descubierto a
Mamita Linda, blog lleno de ideas que me encantan, porque además aconsejan sobre estilismos con tocados que, a priori, suenan imposibles, pero tremendamente irresistibles. Por cierto, la foto es uno de sus tocados que aparecen en su web.
Yo pienso caer en la red y pasarme el otoño coronando mi cabecita con ideas nuevas.